Los alumnos de escuelas y colegios de los 60 leíamos en
nuestros textos estudiantiles que el agua era un recurso inagotable… que
mentira, que tragedia… desperdiciamos un valioso tesoro.
Hoy somos adultos que debemos asumir la responsabilidad por
no ayudar con perseverancia a cuidar nuestro recurso hídrico. Mucha gente contribuye con planes ambientales,
pero el agua potable, las aguas residuales, el saneamiento son aspectos que han
tenido una respuesta poco oportuna de las instituciones encargadas y de la
población en general.
En las décadas siguientes hemos visto como se fueron
agotando nuestras fuentes y los hermosos ríos que Costa Rica tiene por doquier se fueron contaminando con desechos sólidos
que indiscriminadamente se tiraran en ellos.
Existen ríos y playas que se perciben como prohibidos para
el contacto humano, pues son como un bumerán pues tratan de librarse y devolver lo que se les han
tirado, pero eso también afecta a los océanos y la vida marina, muchas especies
mueren entre los plásticos, las redes y las trampas que los humanos colocan con
mucho irrespeto de otras seres vivos que rondan nuestras aguas.
Gota a gota debemos cuidar el agua, y parar la contaminación…
rechacemos, reciclemos, rehusemos, reparemos, regulemos …todos asumamos algún compromiso
hacia el agua… es una fortuna inigualable, cuidemos nuestro cristal de
incalculable valor muy necesario para
nuestra supervivencia.
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